Descubro el cielo iluminado de furia a medida que salgo del metro, disimulo mi impresión y un vapor de nostalgia me humedece las articulaciones.
Acelero, no quiero quedarme entumecida.
Sigo una marcha marcada por el aire helado palpitando sobre mi cara.
Acelero, no quiero quedarme entumecida.
Sigo una marcha marcada por el aire helado palpitando sobre mi cara.
Una media sonrisa de desdén se dibuja sobre mi perfil izquierdo, mientras me salto el numero 40 del metro, mis piernas poseídas por la sensación no obedecen la rutina.