Siento tu vértigo por el inevitable cruce de miradas.
Siento tus ansias por acariciar mi aterciopelada piel rozando la palidez.
Siento tu cuerpo deseoso esperando en mis piernas tostadas.
Siento tu figura frotándose con la mia queriendo más temperatura.
Siento tu raudo pulso percutiendo el aire.
Oigo un sollozo que te arranqué de los labios cuando mis dedos orgásmicos exploran más abajo de tu cintura.
Siento como todo se cierra a ti con el fin de no alborotar tu densidad.
Siento tu cuenta atrás que no sigue segundos.
Siento como no percibiste la caída de espesa almohada cuando sales despedido de mis labios.
Siento las palabras sin formarse atragantadas en tu garganta.
Siento el roce de tu estomágo con mis sofocantes pechos.
No siento como dejo de sentirme para poder sentirte.
17 abr 2010
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Increible, como el Atlántico.
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